El nombre de Bressols puede proceder del nombre galo Brictus, sucesor del obispo Saint-Martin de Tours.
Este nombre se habría convertido en «brès » (cuna en occitano) al que se habría añadido el sufijo-ol. Durante el siglo XIX, las excavaciones arqueológicas sacaron a la luz numerosos sílex tallados, hachas celtas y ruinas de villas galo-romanas.
El nombre de la ciudad se remonta también al de la familia de Brazols, cotitulares del municipio.