Gran Montauban: una zona de notable biodiversidad

Desde 2017, los productos fitosanitarios están prohibidos en los jardines y espacios verdes accesibles al público. En consecuencia, el departamento de parques y jardines de la ciudad ha sustituido estos productos por técnicas alternativas y selectivas (desbroce mecánico y térmico). Se trata de una forma de gestionar los espacios verdes más cercana a la naturaleza y más respetuosa con el medio ambiente.

Además, en algunas zonas de la ciudad, como los alrededores de la piscina Ingréo y frente al Marché Gare, se ha introducido un sistema de siega diferenciada, de modo que ciertas zonas sólo se siegan una o dos veces al año, lo que no sólo favorece el crecimiento de ciertas orquídeas, sino que también enriquece la flora y proporciona recursos suficientes a los insectos polinizadores.

Esta técnica denominada «suave» permite combatir ciertas plagas utilizando a su enemigo natural. En el exterior, se han liberado mariquitas en la Roseraie para combatir los pulgones. A lo largo de la coulée verte y las orillas del río Tarn, la instalación de nidos de una especie particular de avispa limita la proliferación del saltamontes blanco.

Un gigantesco nido flotante en el corazón de la ciudad: la isla de la Pissote y su colonia de garzas.

Esta isla, que se extiende unos 500 metros río abajo del Pont Vieux, debe su nombre a un pequeño arroyo que desemboca en el Tarn entre la desembocadura del Tescou y el arroyo de Laguarrigue. Si bien hace sólo dos siglos la isla albergaba establecimientos de baño, ahora está prohibido amarrar en ella. La isla forma parte incluso de una zona Natura 2000, es decir, un área donde la fauna y la flora son notables y cuya conservación debe ser compatible con las actividades humanas. Todos los años, a partir de marzo, decenas de garzas de diversas especies vienen aquí a anidar, huyendo del bullicio de la ciudad.