La plaza tiene características que inspiraron la construcción de nuevas ciudades y bastidas en el sur de Francia.
Fíjese bien en las arcadas, que no son todas del mismo tamaño. Cada una corresponde a la anchura de su respectivo edificio. Las claves de bóveda bajo los tejados dan pistas sobre los propietarios y las fechas de construcción. Detrás de las puertas se esconden tesoros salvados de los incendios : una torre medieval de ladrillo aquí, una galería renacentista allá…
Los edificios están adaptados a la doble función de negocios y placer. La tienda ocupa la planta baja, la primera y la segunda están habitadas y la planta superior, con sus característicos miradores, se utiliza como desván.